El papel de nuestras vidas.

«Tus buenos días, que se convierten en los míos. Aunque hayan sido tan escasos. Quizá sean los únicos o los primeros de muchos. Porque no sé si serás para siempre o tan pasajero como una estrella fugaz. De todas formas no me importa, porque lo que me has dado es mucho más importante que cualquier deseo que pudiera pedir una noche de mediados de agosto.»

A, https://loqueteestabacontando.wordpress.com/2015/02/20/y-entonces-llegaste/

Pues lo que te estaba contando, que me has dado justo lo que me tenías que dar, nada más ni nada menos. Todos tenemos un papel en la vida de los demás y ése ha sido el tuyo en la mía, aparecer en el momento justo para hacerme ver que había más allá de lo que yo creía que era el fin del mundo.

Ahora eso sí, ni tu papel es quedarte ni yo quiero que lo hagas. Vete ahora que aun estamos a tiempo de salir indemnes de esto. Vete porque si empezamos a jugar a ser lo que no somos, alguien saldrá herido. Y te aseguro que después de todo lo que he pasado, no pienso ser yo.

Apareces y desapareces, provocando mi curiosidad pero parando justo al límite del incendio.

Tú no buscas nada y yo menos. Estoy en ese momento en el que quiero hacer lo que me venga en gana, y eso incluye dejarse llevar con la seguridad del paracaídas de que quién esté a mi lado se deje llevar también. Por eso, como tú vas de frenada, no cuentes conmigo. Por eso si tienes miedo, mi papel en tu vida no va a ser más que el del instante de duda en el que estuviste a punto -pero no lo hiciste- de romper tu barrera.

Que sepas que te he dejado marcar el ritmo lo suficiente para verle las patas al lobo, por eso aunque yo me dejaría llevar, no quiero que tú lo hagas. No lo hagas porque me he dado cuenta a tiempo de que ese no es tu papel en mi vida. Y lo siento, pero mientras tú sales de ella, ya hay alguien que entra…

«Las oportunidades marcan nuestras vidas, incluso las que dejamos pasar.»

El curioso caso de Benjamin Button

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